Retrato
de Joaquín Costa, con vista del paisaje de Graus (óleo de José Suárez Peregrín, hacia 1930. Madrid, Ministerio de
Hacienda).
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El acto comenzará a las 12 horas en el Espacio Pirineos con la interpretación del Himno a Costa por parte de la Coral Villa de Graus y se seguirá del homenaje propiamente dicho en el Monumento a Costa.
Proyecto de Monumento-montaña a Joaquín Costa (pincel marrón sobre cartón de Ramón Acín, 1925. Huesca, Gobierno de Aragón). |
Costa fue, como cualquiera, hijo de su tiempo, pero, dejando a un lado contradicciones e ideas que hoy han sido superadas por el propio paso de los años, no cabe duda de que, en esencia, los certeros análisis que nuestro "León de Graus" hizo sobre el régimen político imperante en su tiempo (la España de la Restauración) resultan sorprendentemente y lamentablemente válidos para nuestro actual régimen, nacido de la tan "cacareada" Transición.
Os dejamos con una muestras que dan mucho que pensar:
Sobre el régimen de 1899 (¿qué ha cambiado?):
«una oligarquía pura en el concepto aristotélico: gobierno del país por una minoría absoluta, que atiende exclusivamente a su interés personal, sacrificándole el bien de la comunidad.»Joaquín Costa, Oligarquía y Caciquismo. Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1998, pág. 98.
Sobre los periódicos de su época (¿qué ha cambiado?):
«Y así ha resultado que eso que llamamos opinión no tiene su fuente en la conciencia de la nación, sino que se forma en las redacciones de dos o tres periódicos; y como, por otra parte, esas redacciones no son, en lo general, cuerpos de tutores, patriciado natural, sino, al igual de la plana mayor de las facciones, cuerpos de oligarcas y de intérpretes y adscripticios suyos —que por esto no dejan oír a su pupilo otras voces que las propias—, el vasallaje práctico del gobernante resulta doblado por el vasallaje teórico del periodista, y entre los dos dan a España, según dije, aspecto de una nación maleficiada.»Joaquín Costa, Oligarquía y Caciquismo. Op. cit., págs. 217-218.
Sobre España como una meritocracia a la inversa (¿qué ha cambiado?):
«es la postergación sistemática, equivalente a eliminación de los elementos superiores de la sociedad, tan completa y absoluta, que el país ni siquiera sabe si existen; es el gobierno y dirección de los mejores por los peores; violación torpe de la ley natural, que mantiene lejos de la cabeza, fuera de todo estado mayor, confundida y diluida en la masa del servum pecus, la élite intelectual y moral del país, sin la cual los grupos humanos no progresan, sino que se estancan, cuando no retroceden.»Joaquín Costa, Oligarquía y Caciquismo. Op. cit., págs. 217-218.
En conclusión (y seguimos sin encontrar las diferencias):«No es (y sobre esto me atrevo a solicitar especialmente la atención del auditorio), no es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, viciado por corruptelas y abusos, según es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico, servido, que no moderado, por instituciones aparentemente parlamentarias.»Joaquín Costa, Oligarquía y Caciquismo. Op. cit., págs. 72-73.
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