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Ayer se cerró y se publicó el programa definitivo de la parada nº 4 del
VOLT 2: un reto a los grandes proyectos energéticos (
http://xse.cat/activitats-volt-ii/), que tendrá lugar
este próximo domingo 11 de octubre en Graus y Capella y durante la cual se llevará a cabo la
Jornada sobre interconexiones, incidencia sobre megaproyectos y alternativas, una visita a una de las viejas pilonas de la Aragón-Cazaril situada cerca de La Puebla del Mon, una comida popular (en Capella), un acto en recuerdo de José Ramón Doz y una asamblea de los movimientos que coorganizan el VOLT 2, de la que se espera, entre otras cosas, que siente las bases para una
alianza o coordinadora transpirenaica de afectados por las interconexiones energéticas.
Como miembros adheridos a la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica, a través de nuestro Círculo de Podemos, hemos de apoyar y colaborar en la organización de esta magnífica iniciativa, con la que se pretende lanzar un reto a los grandes proyectos energéticos y, de manera singular, a la Unión Energética europea, el anhelado proyecto de los señores Juncker y Cañete, que se nos está vendiendo como la panacea para nuestros problemas energéticos, pese a que, muy al contrario, y de manera muy semejante al TTIP, acabará con toda expectativa de alcanzar la Soberanía Energética por la que luchamos y de lograr cambiar el modelo energético que padecemos a mayor gloria del
lobby de las grandes empresas eléctricas y gasísticas (
las mismas que vienen saquándonos desde hace años). De hecho, para empezar, ya ha traído consigo el proyecto de interconexión eléctrica con Francia a través del Pirineo aragonés, de momento con el proyecto de Autopista Eléctrica Sabiñánigo-Marsillon y, probablemente, dentro de unos años (se habla del 2020) con el regreso de la Aragón-Cazaril, si es que, por supuesto, logran doblegarnos.
Precisamente por ello,
además de la parada que el VOLT 2 hará en nuestra comarca, al día siguiente, y como cierre de esta actividad, el VOLT se desplazará hasta Sabiñánigo, donde también está previsto un cartel de auténtico lujo.
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Para que tengáis más información (entre otras cosas del magnífico elenco de ponentes que participará en la citada
Jornada sobre interconexiones, incidencia sobre megaproyectos y alternativas de Graus) os redirigimos a la noticia publicada en el blog de nuestros compañeros y compañeras de la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica (
http://autopistaelectricano.blogspot.com.es/2015/10/jornada-sobre-interconexiones.html), y os dejamos, además, para acabar, con un texto elaborado por Ecologistas en Acción de Sabiñánigo que expresa perfectamente las razones por las que nos oponemos radicalmente a los planes de convertir una vez más nuestro Pirineo en el coto privado del
lobby energético.
Proyecto de nuevas líneas de Muy Alta Tensión (MAT o Autopista Eléctrica)[1] entre Francia y España (a través del Pirineo Central)
El reciente acuerdo entre los gobiernos francés y español sobre el
proyecto denominado Línea de Alta Tensión Marsillon-Sabiñánigo (que
pocos días después perdió la definición por la parte española, en un
intento por diluir la oposición ciudadana al proyecto, y al que ahora
denominan genéricamente “Línea de Alta Tensión del Pirineo”) supone una
grave agresión al Pirineo Aragonés.
La estrategia energética de la Unión Europea, con la creación del
Mercado Único de Energía y el refuerzo de las interconexiones entre
estados, se basa en un sistema con grandes centros generadores y grandes
centros consumidores. Las enormes inversiones en nuevas
infraestructuras de transporte energético que la Comisión estima en
200.000 millones de € son una apuesta ruinosa en un escenario de
reducción de la demanda y descentralización de la generación eléctrica.
La UE recomienda una capacidad de interconexión del 10% de la potencia
instalada en cada país, pero es una recomendación interesada. Lo que
realmente pretende es favorecer a los países productores de energía
eléctrica que tienen instaladas centrales nucleares, y reducir la
autonomía energética del resto para ponerla en manos de las grandes
corporaciones. Los argumentos para incrementar las interconexiones son
muy cuestionables.
Estas infraestructuras solo deberían realizarse en caso de un beneficio
social real y cuando no existan otras alternativas. Ni las empresas ni
la ciudadanía verán reducidas sus facturas energéticas, que dependen más
de una buena regulación del mercado. Se deberían tener en cuenta los
costes externos que paga la sociedad en forma de contaminación,
residuos, salud, pérdida de ecosistemas y grandes afecciones al paisaje,
con el consiguiente deterioro de las actividades turísticas y los
ingresos que estas proporcionan. El aumento de las interconexiones
tampoco conllevará una mayor penetración de las renovables, todo lo
contrario, especialmente a los pequeños productores.
El problema energético no se va a resolver con mayores infraestructuras
de transporte. Es necesario un Plan de Transición que debería tener como
objetivo la sostenibilidad ambiental, la independencia energética y la
gestión democrática y transparente de un bien común como es la energía. A
un país como España, que es excedentario en la generación de energía
eléctrica, lo que le interesa es ir sustituyendo las centrales de ciclo
combinado y térmicas que utilizan combustibles fósiles y emiten grandes
cantidades de CO2, así como las nucleares, por modelos de energías
renovables generadas por los recursos propios del territorio.
Con las autopistas eléctricas el Gobierno vuelve a poner en riesgo los
intereses de España. España produce más energía eléctrica de la que
consume y los precios de la energía no pueden competir con las nucleares
francesas, lo que supondrá el cierre de muchas explotaciones dentro del
país, la paralización de proyectos de energías renovables y una
dependencia energética absoluta. Si valoramos la subasta de
interconexión con Francia para 2015 (los 300 Mw que entran en España se
valoran a 8,09 €/Mw y los 330 Mw que salen de España a Francia se
valoran a 3,82 €/Mw), parece claro que estas líneas quieren facilitar la
venta de energía de Francia y Alemania a la Península Ibérica y, con el
pretexto de traer en el futuro energías de Marruecos, corremos el
riesgo de que España sea una autopista energética elevada unos 60 m del
suelo, que no deja beneficio alguno al territorio.
En el Pirineo no dejaremos que se hagan estos excesos, ¿os imagináis el
Valle del Gállego o el del Aragón con unas infraestructuras de este
calibre? Por estos y otros motivos invitamos a las asociaciones locales y
a la ciudadanía en general a unirse la Plataforma contra la Línea de
Alta Tensión Marsillon-Sabiñánigo o como decidan denominar ahora a la
Autopista Eléctrica a través del Pirineo.
PRINCIPALES RAZONES PARA OPONERNOS A LA LÍNEA DE MUY ALTA TENSIÓN
SABIÑÁNIGO-MARSILLON Y A LOS DEMÁS PROYECTOS DE AUTOPISTA ELÉCTRICA POR
EL PIRINEO
- Este tipo de macroconexiones eléctricas solo aporta ventajas a las
grandes empresas de la energía y, contrariamente a lo que nos cuentan,
no redunda ni en un abaratamiento del precio de la electricidad ni en
una mayor seguridad de suministro.
- En un mundo asolado por el calentamiento global y los riesgos
asociados a la producción de energía con combustibles fósiles finitos,
no podemos dedicar inmensas cantidades de dinero público a continuar con
este modelo ineficaz y peligroso. Debemos apostar por modelos de
futuro, ligados a las energías renovables, más baratas y
descentralizadas.
- Las consecuencias negativas de estos macroproyectos trascienden lo
meramente económico y afectan al campo de la salud, al medioambiente, a
la calidad de vida y a la soberanía energética.
- SALUD: La contaminación electromagnética afecta de muy
diversas maneras a la salud de las poblaciones (y el ganado) cercanas a
la línea de Muy Alta Tensión: mayor incidencia de cánceres
(especialmente leucemia, sobre todo, en niños y adolescentes) aumento de
migrañas, problemas de salud reproductiva, alteración del sueño,
alergias, cansancio, etc. Estas afecciones se mantienen incluso en el
caso de soterramiento de la línea.
- MEDIOAMBIENTE: La considerable altura de las pilonas (65 m de
promedio, pudiendo llegar hasta 85), el espacio despejado del suelo
sobre el que se levantan (un amplio pasillo talado a matarrasa) y la
apertura de pistas para dar acceso a cada torre (lo que conlleva
deforestación, erosión, talas, desbroces …) suponen un enorme impacto
paisajístico y en la flora y fauna del corredor (según la Sociedad
Española de Ornitología, mueren anualmente en España 1 millón de aves
por impacto y electrocución). El territorio queda partido en dos por una
inmensa franja y las torres, una vez levantadas, quedan ahí para
siempre.
- CALIDAD DE VIDA: Deterioro visual y restricciones sobre el
uso del territorio (paseos, turismo, etc.). Pérdida de usos y valor de
propiedades cercanas (terrenos, viviendas, etc.). Peligro de incendios
forestales (ya ha habido varios casos en Cataluña). Contaminación
acústica y electromagnética.
- SOBERANÍA ENERGÉTICA: El objetivo de estas grandes
infraestructuras transfronterizas es favorecer a los países productores
de energía eléctrica que tienen instaladas centrales nucleares, y
reducir la autonomía energética del resto para ponerla en manos de las
grandes corporaciones. El aumento de las interconexiones supondrá
también un freno a las energías renovables, especialmente a los pequeños
productores.
Mayo 2015
Ecologistas en Acción (Sabiñánigo)
[1]
Las líneas de alta tensión transportan de 1-30 kilovoltios (3ª
categoría), 30-66 Kv (2ª cat.), 66-220 Kv (1ª cat.) y 220 Kv en adelante
(cat. especial). Por eso llamamos de Muy Alta Tensión (MAT o Autopista
Eléctrica) a las líneas que, como es el caso, transportan una cantidad
de energía muy superior a una LAT normal, a partir de 400Kv.
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